Terapia cognitivo conductual

Cómo su nombre indica, los psicólogos especializados en terapia cognitivo conductual o TCC, llevan a cabo la psicoterapia o psicología clínica tomando como referencia los aspectos cognitivos y conductuales de la persona. Aunque es la orientación clínica más difundida en la actualidad, hay que saber que no es la única. Existen otras modalidades clínicas que trabajan de manera distinta, atendiendo otras áreas de la psique. Otras orientaciones clínicas y teóricas de la psicología, apuestan por las emociones, las relaciones sociales/familiares o el inconsciente para tratar los problemas de los pacientes.

Consulta Psicológica Online nos orientamos por el psicoanálisis, un método eficaz para resolver los problemas desde su causa, es la mejor manera de que no se repitan.

¿En qué consiste la terapia cognitivo conductual?

Es una forma de intervención psicológica que quiere dotar de mecanismos a la propia persona y lo hace desde dos ámbitos. Es un intento por que la persona pueda controlar su forma de pensar y sus conductas. El problema de estas terapias es que contemplan que ese control no siempre es posible de manera consciente y es por eso motivo que tantas veces se repiten incesantemente. No obstante, la terapia cognitivo-conductual es eficaz para muchas personas.

Por un lado, el cognitivo, que se trata de una parte de la terapia psicológica encaminada a ayudar a cambiar la forma de pensar. Con ciertas técnicas, se intenta modificar determinados pensamientos hacen sufrir. De esta manera, podemos cambiar también nuestra conducta, la otra parte de la terapia cognitivo conductual.

Es importante resaltar que la TCC intenta centrarse en las dificultades que se dan en el momento presente: el aquí y ahora, rehuyendo todo lo que ya no se puede cambiar del pasado. Este es un punto diferencial con el psicoanálisis que entiende que la historia personal y familiar es importante para entender y resolver los síntomas presentes.

¿En qué tratamientos psicológicos se aplica?

Sirve para tratamientos de trastornos de salud mental, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de la personalidad límite (TLP) o trastornos bipolares, tratamiento de estados de ansiedad y estrés. Además, se utiliza en terapias para desarrollo personal y comunicación, personas que quieran expresarse mejor en público, aprender sobre inteligencia emocional o desarrollar algún aspecto personal que pueda ayudarles en cualquier ámbito de su vida.